¿Cuándo un consumo se vuelve problemático?
Consumir una sustancia o realizar una conducta placentera (como jugar, comprar o usar redes sociales) no es necesariamente problemático en sí mismo. Sin embargo, en algunos casos, ese consumo empieza a ocupar un lugar cada vez más central en la vida de una persona. Cuando se vuelve difícil dejar de hacerlo, incluso cuando aparecen consecuencias negativas, es momento de prestar atención.
Un consumo se vuelve problemático cuando interfiere en áreas importantes de la vida: relaciones, estudio, trabajo, salud física o emocional. También cuando se necesita más cantidad para sentir el mismo efecto, o cuando aparece malestar si no se consume (lo que llamamos síndrome de abstinencia).
Pero no todo es blanco o negro. Muchas personas están en una zona “gris”, donde sienten que no están bien, pero tampoco encajan con una idea extrema de “adicción”. Quizás hay un uso para evitar emociones difíciles, para calmar la ansiedad, para dormir, o para sentirse parte de un grupo.
Desde las terapias cognitivo-conductuales y de tercera generación, no se trabaja desde el juicio o las etiquetas, sino desde la función que cumple ese consumo. ¿Qué está ayudando a evitar? ¿Qué lugar ocupa en tu vida? ¿Y qué te gustaría que ocupe en el futuro?
Explorar esto en un espacio terapéutico puede ser el primer paso para construir una relación distinta con lo que estás consumiendo… y con vos mismo.